El viaje del “ Beatriz Fernanda” desde Sevilla a Aveiro
1 HISTORIA
• En 1843 con las maderas de milenarios bosques de teka orientales, fue construido en los astilleros de Damao (colonia portuguesa en India) la última fragata a vela para la Marina Real Portuguesa.
Con 60 cañones Fernando e Gloria dio más de cinco vueltas al mundo, resistiendo terribles galernas, incruentas acciones bélicas y realizando heroicos salvamentos por todos los Océanos del mundo; engrandeciendo así la Gloria de la excepcional Marina Portuguesa.
Al fin de sus días en 1940, el vetusto navío quedó fondeado para siempre en Lisboa convirtiéndose en hogar de acogida para huérfanos de familias pobres que además recibían ayuda y formación de la Marina, fue su ultima humanitaria misión; así estuvo hasta1963,cuando un pavoroso
incendio originado en la cocina, se propago destruyó gran parte del navío.
Sus restos quedaron tristemente varados en la desembocadura del“Tejo” en Lisboa. Su triste porte inspiraba tristes fados. Así permaneciendo semisumergido hasta el año 1992 cuando fue extraído y transportado hasta Aveiro para su reconstrucción, proyecto del gobierno portugués que preparaba a marchas forzadas la expo del 98.
La difícil misión fue encomendada a Dº Alberto Tavares, Mestre del astillero Ría Marine donde sus expertos artesanos, carpinteros de cuyas manos habían salidos tantos bellos y bravos navíos de madera que surcaban los océanos, devolverían su antigua dignidad a la fragata.
En Ría marine realizaron el milagro de devolver la vida a D. Fernando, restaurándolo y recuperando su antiguo y bello porte.
D. Fernando al fin pudo volver a la mar el8 de Abril de 1997 y en 1998 fue entregada al Museo de la Marina, 500 años después de la llegada de Vasco de Gama a la India.
• En Julio del año 2005 en Sevilla botamos el casco del Beatriz Fernanda, velero oceánico de acero 40´ construido por Paco Parreño del Astilleros Magallanes www.astillerosmagallanes.com en Puerto Gelves, 100Km río arriba, a las afueras de Sevilla.
Parreño ingenioso constructor y navegante con gran experiencia, terminaba su tercer velero de acero escrupulosamente soldado por Francisco…inestimable ayuda de Luís, Bugy.. y Jesús Muñoz (el mejor mecánico del mundo).
Fueron dos años de intensa actividad, sangre sudor y alegrías de ir viendo realizarse poco a poco el barquito. Preparamos medianamente el barco, con lo básico, para trasladarlo (navegando) hasta Ría Marine. La idea era doble, por una parte disfrutar ya de unas vacaciones navegando con los niños ahorrandonos tener que llevarlo por carrera en el traslado de un transporte especial que nos daba la oportunidad de pasar un verano inolvidable con nuestros hijos.
La gente de Puerto Gelves que llevaba viéndonos dos años con el tema, alucinaba…, seguro que pensaban que estábamos como cabras, creo que hacían apuestas…íbamos contrarreloj: habia que salir ya para poder aprovechar las vacaciones de verano.
Botamos el barco y seguimos los preparativos a flote en el pantalan, colocando cosas hasta el último dia codo con codo con la leona de mi mujer…
Apenas tuvimos tiempo de hacer practicas y comprobar el buen funcionamiento de los sistemas, bueno llevábamos todas las herramientas por si habia que ajustar algo por el camino….Recuerdo que mi amigo Paco Muñoz vino la tarde antes de zarpar a verme al barco, estaba instalando el profundimetro…Paco al que curiosamente le metí el venenillo de la vela hacía algunos años, me dio su aprobación, tranquilo Antonio todo esta bien.
2 EL VIAJE
El tres de Agosto nos soltamos del pantalan en Puerto Gelves, aprovechando el descenso de la marea, iniciamos la bajada del río Guadalquivir, parecía increíble que todo funcionara, llevábamos al Beatriz Fernanda desde Sevilla hasta la mar por el mítico río grande, era su viaje iniciatico, era nuestra emocionante aventura veraniega.
Realmente navegábamos sobre una “lata de sardinas”, aunque llevábamos todos los elementos de seguridad instalados. Con paneles de contrachapado barato mi esposa y yo montábamos dos días antes de partir, incluso literas que colgaban por unas cadenitas al techo para que durmieran los niños en los colchones, el baño, la cocina ¡en fin! el barco de los picapiedras!!. Los niños soportaron estoicamente las incomodidades, todos pusieron de su parte, pienso que aquello fue una de las experiencia especiales que recordaran siempre en sus vidas.
En el puerto de Mazagón estuvimos dos días mientras Santi de ShantiSail daba los últimos repaso a las vela.
Ante nosotros, poco a poco, fueron desfilando costas desconocidas del Algarve, el proceloso cabo San Vicente con sus enormes olas, may day incluido por un sustito: inundación al aflojarse un grifo de agua de refrigeración del motor( las leyes de Murphy se cumplen) inundando medio barco unos 50cm de agua. El tema nos cogió en el peor sitio, a medio camino entre San Vicente y Sines. Todos reaccionaron con serenidad y eficacia especialmente mi esposa Beatriz poniendo a los niños a sacar agua con los cubos mientras yo localizaba el dichoso tapón y lo apretaba con ganas…y conectaba la bomba. Paramos la alerta y llegamos a Sines molidos…Chapeau por la guardia costera portuguesa.
La entrada en Lisboa fue alucinante, fuimos recibidos por centenares de delfines, que jugaban y nos daban la mejor de las bienvenidas, fue emocionante ver el gigantesco puente colgante.
Casi 500 millas náuticas navegadas junto a nuestros hijos por la mágica costa Atlántica portuguesa.
En Lisboa atracamos en la Doca do Belén una marina al lado de la Torre de Belén, llamas por el canal 9 y te asignan una de las marinas del Tejo. Después de unos días disfrutando con los chicos de esta preciosa ciudad los enviamos de nuevo a Sevilla vía bus
A partir de ahí nos quedamos la parejita, al fin solos!, relajaditos maravilla…
Así continuamos subiendo, pasamos el paralelo 40 y hubo que abrigarse, cada vez hacia más frío a pesar de estar en Agosto!. Recuerdo incluso un pajarillo que vino un dia a refugiarse y descansar un rato, un par de veces se fue volando con intensión de marcharse, pero volvía al poco rato buscando el calor del barco. Cuando entre la bruma avistamos la costa de Aveiro, el pajarillo ya no volvió más.
Pasamos la barra y entramos en la ría, empezamos a quitarnos ropa: anorak, jerseys, hacia calor, era el 20 de Agosto del 2005 ¡Lo logramos! Aquí estábamos ya en Aveiro 500 millas náuticas navegadas con ilusión. En esta vida está claro que podemos lograr lo que nos propongamos si estamos dispuestos a esforzarnos un poquillo y acompaña la suerte claro.
Por fin llegamos a nuestro destino: Ría Marine ( Aveiro) donde arribamos para poder terminar nuestro barquito, la ilusión de tantos años, el esfuerzo y sudor de tantas personas.
Gracias al apoyo, comprensión y amor de mi esposa, y también a la paciencia y ayuda de nuestros hijos.
3 LA FINALIZACION
Mientras escribo estas líneas, unos hábiles expertos viejos artesanos, que no dan por buena su labor hasta lograr la perfección, terminan una verdadera obra de arte, algo único, especial, me siento como si mis mejores sueños hubieran sido materializados.
Aquellos que un dia devolvieron la vida al Fernando e Gloria, daban también ahora alma a nuestro barquito, convirtiéndolo en un hogar.
Queremos agradecer de forma especial al Sr. Dº Alberto Tavares, verdadero Caballero y Mestre del Astillero, así como a todo su equipo, su ayuda y su amistad. Nuestra eterna gratitud por ello.
Mención especial a Chico, mi cuñao, tio cojonudo, que dedico parte de sus vacaciones y se vino a Aveiro para ayudarnos, todavía quedan botellines por el astileiro!!.
Bueno, ahora solo queda la vuelta……